Como padres y madres es normal que nos preocupe el futuro de nuestros hijos e hijas. Una cuestión que también puede generar angustia en algunos jóvenes, sobre todo cuando llegan a la adolescencia y han de tomar diferentes decisiones que afectan a su futuro profesional y personal.

Por eso, hoy queremos hablarte del proyecto de vida, una herramienta muy útil y que os ayudará mucho a dar forma a ese futuro y a eliminar parte de esa incertidumbre.

A continuación, te explicamos en qué consiste, cómo construirlo o cómo puedes ayudar a tu hijo o hija a crearlo.

¿Qué es un proyecto de vida?

Podemos decir que el Proyecto de vida es una técnica para poner sobre el papel los planes de futuro. Se trata de listar un plan personal a largo o medio plazo. Este plan permitirá a nuestros hijos e hijas alcanzar objetivos concretos, unas metas que deben estar basadas en sus gustos, valores o habilidades.

Al ayudar y guiar a nuestros hijos e hijas en la construcción de su proyecto de vida les preparamos para la vida adulta y les damos un plan para alcanzar su bienestar personal.

En ocasiones, se tiende a simplificar que el proyecto vital se reduce a lo profesional, pero no solo es eso, en él se establece qué trabajo quieren tener, pero también cómo van a relacionarse con el mundo y con qué personas van a rodearse. De hecho, responde a preguntas como: ¿Cómo quiero ser? ¿Dónde quiero estar? ¿Con quién?

En la construcción del proyecto de vida entran aspectos como la vocación, pero también las actitudes, aspectos sociales o valores.

¿Por qué es importante construir un proyecto de vida?

Como hemos comentado antes, enfrentarse al futuro puede generar incertidumbre e incluso angustia en algunos jóvenes, por eso, tener trazado un plan concretado en metas u objetivos ayuda a reducir esa incertidumbre.

Transformar ese plan en un proyecto de vida les hace estar preparados e ir alcanzando pequeños logros que les hagan sentir competentes y dar un sentido a sus acciones, lo que les protege de problemas como la apatía, depresión o baja autoestima.

Un proyecto de vida debe nacer de una herramienta tan poderosa como el autoconocimiento, que les ayuda además en su desarrollo personal. Pero también tiene otros muchos beneficios como pueden ser:

  • Ayudar a tomar decisiones más acertadas ya que tenemos en mente unos objetivos y metas a alcanzar.
  • Recoger qué quiere ser esa persona en su vida para alcanzar su bienestar.
  • Alcanzar metas personales que aporten felicidad.
  • Descubrir gustos, valores y habilidades.
  • Alinear las decisiones con su verdadero ser.
  • Focalizarse en aquello que quieren lograr.

Pasos para construir un proyecto de vida

1.    Autoconocimiento

Para crear un proyecto de vida hemos de partir, como hemos señalado antes, del propio autoconocimiento. De esta manera, al alinear las metas y objetivos con ellos mismos se convierte en algo más satisfactorio y también, algo más sencillo.

Por eso preguntas como: ¿Qué nos gusta y qué no? ¿Con qué habilidades contamos? Les ayudan a definir quiénes son y sobre todo, hacia dónde quieren ir.

Partiendo del autoconocimiento podrán plantear metas y objetivos a alcanzar que les convenzan y que les den fuerza para luchar por ellos.

2.    Plantear objetivos y metas realistas y propias

Es fundamental que los objetivos que se planteen nuestros hijos e hijas en su proyecto de vida sean propios, que nazcan, como hemos dicho antes, de su autoconocimiento, de sus gustos y necesidades.

Para ello hay que fijarse en dónde están y dónde quieren llegar y plantear la forma de alcanzar esa meta. Y, por supuesto, que esos objetivos sean realistas y que nazcan de sus habilidades y de las posibilidades que les ofrece el entorno.

3.    Revisar nuestro proyecto

Una vez que han planteado sus metas y objetivos es importante que cada cierto tiempo lo revisen. A lo largo de la vida vamos evolucionando y cambiando, por esa razón, el proyecto de vida puede evolucionar también.

Puede suceder que lo que nos gustaba cuando éramos más pequeños o pequeñas ya no nos llene tanto o que el proyecto de vida esté muy anclado en lo que nosotros como padres o madres queremos. Por eso es fundamental que revisemos nuestro proyecto y lo modifiquemos para que se adecúe a lo que realmente nos lleve a alcanzar nuestro bienestar.

4.    Pasar a la acción

Crear un proyecto de vida y plasmarlo en acciones para alcanzar las metas no es suficiente si no hacemos nada para lograrlo. Por eso, es vital que pongan de su parte para conseguirlo.

En este camino se encontrarán con dificultades, tendrán que coger caminos alternativos o dar pasos intermedios para llegar a su meta. Por eso, es muy importante que, como padres y madres les demos herramientas para hacer frente a la frustración, trabajar con ellos el optimismo, no desistir, la autoconfianza o la paciencia.

Lo fundamental es reconocer y celebrar cada pequeño logro como un paso que nos acerca a nuestro objetivo final.

Cómo podemos ayudar a nuestros hijos e hijas a construir su proyecto de vida

En este camino hacia la construcción del proyecto de vida de nuestros hijos e hijas es necesario que, como adultos, los acompañemos y guiemos.

El proyecto de vida empieza a forjarse desde edades tempranas, de hecho, las posibilidades que cada niño o niña plantee sobre su futuro dependerán en gran parte de su educación, de los valores adquiridos, de la motivación que encuentre en su familia y entorno, …

Por eso es vital que eduquemos a nuestros hijos e hijas dotándoles de herramientas que les ayuden a enfrentarse con solvencia a su proyecto de vida. Como el autoconocimiento para que puedan decidir aquello que de verdad dote de sentido a su vida y les aporte bienestar. O la confianza para que crea en sus capacidades y potencial para alcanzar todo lo que se proponga.

También es fundamental que les acompañemos a construir su proyecto, pero dejándoles elegir, sin presionarles para que elijan el camino que nosotros deseamos, sino aquel acorde con sus habilidades, vocación o deseo.

En definitiva, guiarles para que construyan un proyecto de vida que les llene y les haga felices.

Junto con las familias, la educación que reciben los niños y niñas en los centros educativos es vital. Su función es enriquecer y alimentar esos valores y herramientas que les ayuden a crear proyectos de vida de acuerdo a su individualidad y, sobre todo, que les permitan alcanzar todo lo que deseen.

Ese es nuestro objetivo en Grupo Sorolla Educación, acompañar a los niños, niñas y jóvenes y a sus familias en este camino conjunto que es el de crecer y desarrollarse en plenitud.

 

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